Institucionalización
Institucionalización
Modernización revolucionaria
Yéndonos hacia la historia en la época de la Revolución, el país establece ciertas leyes en busca de la transformación de la sociedad, pasar de una economía agro-minera-exportadora de enclave a una economía de libre competencia.
Esto conllevo a tener diversos cambios, como multiplicar la propiedad ejidal, el reparto masivo de la tierra, la reforma agraria integral y el paso de un estado de dictadura a un estado regido por leyes e instituciones.
Por la importancia que tiene la industria y la industrialización en la transformación de la economía mexicana, fue necesario formular leyes que establecieron las bases de entendimiento entre obreros y patrones, sin embargo, la integración nacional, la forma organizativa de una economía, el desarrollo de un mercado interno o el establecimiento de un verdadero ejercicio de la libertad y de la democracia, no tienen sentido ni son suficientes sin la instauración de un sistema educativo nacional.
De esta manera el gobierno obregonista, formuló un proyecto de educación pública nacional y popular y bajo la rectoría del Estado. Se generó una nueva ideología para hacer posible una educación cuyas premisas fueran la emancipación, liberación y capacitación para el trabajo moderno. Tradujeron en realidades tangibles las premisas del artículo tercero constitucional, llevó al nuevo Estado organizar y estructurar un proyecto de educación que exigió la creación de una nueva institución: la Secretaría de Educación Pública (1921)
José Vasconcelos el autor y primer secretario, instrumentó campañas de alfabetización y dio cuerpo a las tres grandes expresiones de la escuela rural: Casas del pueblo, Misiones culturales y Escuelas Normales Rurales, todas ellas con el mismo objetivo: la liberación mental, económica y social de los millones de mexicanos que padecieron la opresión, el juzgamiento y la explotación durante el porfiriato.
El ideal modernizador de Calles era poner fin a la ignorancia, la escasez, la pobreza y liberar al pueblo de la explotación y del sometimiento, mediante el trabajo, la educación, la razón y la ciencia. La educación se transformó así en la tarea fundamental para organizar y mejorar el trabajo en el campo, y para sentar las bases de un nacionalismo político económico y social.
Cuando el Estado Mexicano hace suyo el modelo desarrollista, se vio en la necesidad de crear un nuevo proyecto de educación nacional. Había que eliminar todo signo de lucha social y formar un mexicano altamente capacitado para enfrentar los retos de la industrialización; un ser disciplinado y obediente, capaz de adaptarse a la automatización de los procesos productivos. La educación debía garantizar a los ciudadanos una mejor posición en la sociedad, sobre todas los de pujante clase media la más beneficiada por este modelo.
Al ascender a la presidencia del general Manuel Ávila Camacho juzgó que la educación debe ser la base más sólida para asegurar y garantizar la unidad nacional, y ésta solo podía alcanzarse mediante la unidad en la educación. El empeño por dar un giro a la educación se elabora una Ley Orgánica de educación para reglamentar el artículo tercero constitucional. La intención era preparar un proyecto educativo que respondiera adecuadamente al modelo de desarrollo que iniciaba, como también hacer realidad la idea de una unidad de educación. Nuevos planes, programas, contenidos y métodos en la enseñanza cobijados por esta ley se implementarían en todas las escuelas del país.
Referencias
Morales Hernández, A (s.f). Estado, modernización y educación. (Documento editado para la Licenciatura en Educación e Innovación Educativa, inédito).UPN: 2014.
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